martes, 3 de diciembre de 2013

PSICOLOGIA SOCIAL DE LA LIBERACION DE IGNACIO MARTIN BARÓ

Biografía de Ignacio Martín Baro


"La conciencia no es simplemente el ámbito privado del saber y sentir subjetivo de los individuos sino, sobre todo, aquel ámbito donde cada persona encuentra el impacto reflejo de su ser y de su hacer en la sociedad donde asume y elabora un saber sobre si mismo y sobre la realidad que le permite ser alguien, tener una identidad personal y social"


Ignacio Martín Baró nació el 7 de noviembre de 1942 en Villadolid, en 1959 entra al noviciato de Orduña donde después de un tiempo es trasladado a Villagracia y luego a Santa Tecla en El Salvador. En 1961 el Joven Martín Baró o Nacho como también era conocido, estudió humanidades en la Universidad Católica, un año después se traslado a la Ciudad de Bogotá, donde estudio filosofía. A Martín Baró se le conocía como una persona dedicada en sus estudios y preocupada por estar actualizado de la realidad de El Salvador. Martín Baró durante su vida se desempeñó como escritor, maestro, universitario y pastor, se dedico a escribir, a velar por la justicia de los pueblos, pero sobre todo a darle vos a los que menos se les escuchaba. Para Martín Baró, la labor del psicólogo es ayudar a que las personas tomen conciencia de su realidad, y desde esa realidad consciente se produzca el cambio. Después de un recorrido breve por la historia de Martín Baró, aquel representante más importante jesuita español que estudió psicología, fue docente, pastor y trabajó en El Salvador, que además fue padre de la psicología de la liberación o psicología latinoamericana, es posible reconocer la importancia de su trabajo, ya que es gracias a él que en latinoamericana, o en la psicología latinoamericana se busca contextualizar y enmarcar la psicología en los problemas característicos y propios de los pueblos, es decir, Baró planteó una disciplina basada en la psicología tradicional, pero que hiciera lectura en el contexto real de la población. (Baró, 1998)

Baró murió asesinado en 1989 por el ejercito salvadoreño, quienes realizaron una encrucijada en la cual  él y otros sacerdotes eran   los objetivos de la misión.

Psicología social de la liberación

Según él la psicología  de la liberación centra sus esfuerzos en desarrollar herramientas de investigación y acción que integren las fortalezas de ambas metodologías, asegurando su validez psicopolítica, es decir refiere la extensión por la cual se garantiza que las investigaciones y acciones comunitarias tienen en cuentan las dinámicas psicológicas y políticas del poder en todos los niveles ecológicos, personal, relacional y colectivo. Este seminario trata de dotar a los estudiantes de habilidades y competencias para desarrollar buenas prácticas con validez psicopolítica dirigidas a inmigrantes y minorías étnicas.
Dobles, I. (2000).
- La Psicología Social de la Liberación (PSL) es un término que se viene empleando desde la última década del siglo XX. Este movimiento viene a constituirse como una iniciativa amplia de reformulación de la psicología en materia teórica y práctica.
- La PSL tiene sus orígenes en el trabajo comunitario con poblaciones oprimidas en Latinoamérica durante los años 70s y 80s. En este sentido, su desarrollo se enmarca en un proceso global de cambio y reconstrucción de diferentes disciplinas sociales, jugando un rol importante la re-orientación hacia los pobres y excluidos como contraparte del alejamiento de concepciones 'idealistas' del mundo. 

La PSICOLOGÍA SOCIAL DE LA LIBERACIÓN, constituía un llamado para romper las cadenas de la opresión y lograr que la mayoría oprimida (El Salvador) lograra concientizarse y desideologizarse para construir una nueva conciencia que partiera de la Libertad. En donde la concepción de sociedad, se presentaba como el espacio de relación y por ende de cambio en donde todos hacen parte, y por ende constituye la realidad del hacer transformador.(MARTÍN BARO)



Características básicas de la Psicología social de la liberación

_ Es una respuesta a la Psicología social tradicional
_Desarrolla un modelo de trabajo con grupos oprimidos, las “mayorías populares”.
_Trabaja temas globales, tales como la ideología, la subjetividad, la identidad, relacionándolos con la justicia social y económica.
_Explicación de la conducta versus comprensión de la acción(acción – carácter propositivo de la actividad humana ,ligada a estructuras sociales de significado)
_El significado como ideología: la ideología fomenta un estado de false conciencia en las clases dominadas o mayorías populares, que lleva a estas a la adopción de aquellos valores e interés que objetivamente solo benefician a las clases consecución de una quiebra ideológica.

Ética de la liberación

Estamos ante una obra que tiene un componente ético fuertísimo, inspirándose, como lo hace también la Teología de la Liberación, en el “principio liberación”, en estrecha vinculación con los vaivenes y las suertes de movimientos sociales organizados. Se apuesta a este Principio Liberación (Dobles, 2007) como una manera, en nuestro ámbito de acción, de afirmar una ética de vida, una ética de la liberación que implica, como principio fundamental, contribuir a producir y reproducir la vida humana, en su corporeidad, en lo simbólico y pulsional, en sus características específicas y diversas, y en comunidad. En mi lectura, es un hecho de fundamental relevancia que Martín-Baró desarrolló una producción académica vinculada directamente con las problemáticas de los movimientos sociales, sindicales y populares de su tiempo, y nutriéndose de la valoración crítica de su praxis. Esto es muy evidente en una de las contribuciones que, por su importancia, comentaré e luego en algún detalle: su propuesta de una Teoría de Grupos con historia. Podemos vincular su producción con el desarrollo de una Ética de la Liberación, pensada, también ,desde América Latina, que implica discernir sistemas de opresión y trabajar junto a las víctimas, constituyendo, en un proceso complejo, y muchas veces contradictorio, “comunidades críticas” para lograr transformaciones sistémicas (Dussell, 1999). Una Ética de la Liberación, que se aleja de proyecciones individualistas, hedonistas o represivas y autoritarias, busca perfilar proyectos que avancen el principio de reproducción de la vida (incluyendo lo pulsional), la participación democrática y que tomen en cuenta el principio de factibilidad (el más difícil de discernir) ya que “el camino al infierno está plagado de buenas intenciones”. Una teoría psicosocial sobre la violencia Una Psicología de la Liberación debe manifestar suspicacia ante interpretaciones simplistas de temáticas complejas. Así operaba Martín Baró al trabajar el tema de la violencia. Advertía, por ejemplo, en 1987-1988, acerca de las ilusiones que despertaban en muchos los acuerdos de Paz de Esquipulas en América Central Destaca la dimensión histórica de la violencia, su particular significado psicosocial, que no puede disociarse de su contexto histórico y cultural. Sin ingenuidades, alerta acerca del corto lapso histórico que puede existir entre momentos de “normalidad” y momentos de “violencia excesiva”. Reconoce la existencia de sus diversas formas (la violencia siempre con apellidos), y la tendencia a legitimarla o ideologizarla. El papel de las estructuras de poder en estos mecanismos de legitimación y de ideologización es determinante. En un trabajo presentado en Berkeley en 1989, señalaba que el problema fundamental del terrorismo no lo configuran las acciones aisladas de personas o grupos, sino aquel que proviene del Estado. Al anclar su análisis de la violencia en las contradicciones reales existentes en la sociedad, Martín Baró cuestiona repetidas veces el supuesto de que la violencia hay que condenarla por igual “venga de donde venga”, haciendo caso omiso de su procedencia, significado y consecuencias. Esto lo caracteriza como un mecanismo ideológico que “ignora el enraizamiento y naturaleza histórica de los actos de violencia”. Evitaba así la posición cómoda e intelectualmente floja de poner signo de igualdad a la violencia que emana del poder dominante en el orden social y la violencia de los que se oponen a la dominación. No se trata, claro está, de justificar la violencia, sino de comprender mejor sus orígenes y su funcionamiento.

Como una Respuesta a las criticas de la Psicología tradicional mucho del trabajo de la PSL se elaboro en respuesta a la crisis de la psicología social de los años setenta, la cual se experimento en Gran Bretaña y en los Estados Unidos pero también agudamente en América Latina este periodo puede resumirse en función de tres problemas:

  • la falta de relevancia social, la psicología social no parecía estar produciendo conocimiento dirigido a los problemas sociales, ni en las sociedades en que se desarrollaba, ni en otros lugares.
  • Un contexto de descubrimiento localista, combinado con una pretensión de validez universal, la psicología social dependía de investigaciones con poblaciones selectiva en escenarios artificiales. No obstante intentaba sugerir principios generales de la psicología social que pudieran aplicarse a cualquier ser humano en todo contexto.
  • la imitación de la neutralidad científica significo una negación de la dimensión moral: los psicólogos sociales comienzan a sentir un intenso malestar en relaciones con las condiciones en que realizan su trabajo, en relación con las orientaciones que lo inspiran y, sobre todo en relación con su utilidad y efectos


COMO UN MODELO DE TRABAJO CON GRUPOS OPRIMIDOS 

Se desarrollo específicamente con relación al problema de las mayorías populares, las masas oprimidas, marginadas y excluidas en América Latina. La psicología en su totalidad a descuidado este hecho de exclusión, y apenas hace una entrada en la literatura formal. Las condiciones en América Latina especialmente el terror estatal y paramilitar en muchos países, han hecho que la PSL sea un recurso valioso para nuestro contexto europeo, ya sea en el trabajo con los refugiados que huyen de la persecución y la tortura, o en ayudar a reunir a las comunidades fragmentadas.

SU CONTEXTO:


Debe entenderse entonces a la PSL como parte de un movimiento intelectual y político mas amplio, que empezó en América Latina en los años sesenta y setenta y continua con vigor renovado hasta hoy día. Todas las corrientes han estado enfocadas a repensar y reconstruir sus propias disciplinas (educación, teología psicología sociología, filosofía) desde la perspectiva de los pobres, los excluidos, los marginados, los oprimidos por y desde el compromiso y la solidaridad con ellos.


Como se aplica la perspectiva de la liberación en la practica de la psicología:

Podría decirse que la PSL se aplica a tres campos principales. Estos sin embargo, se superponen considerablemente; por ejemplo, un trabajo ubicado como psicología comunitaria quizás también puede tener implicaciones concernientes a la violencia del Estado, la impunidad o a un análisis socio político mas amplio 


Psicología Social Comunitaria 

En América Latina a sido distinta de la que se hace en la otra américa. Sus raíces están en la psicología social, con un énfasis menor en la tradición clínica y de la salud mental. Hay una orientación para estudiar comunidades marginadas en escenarios tan diversos como los barrios pobres de Caracas, San Juan o Sao Paulo, o en los asentamientos rurales en Costa Rica o México. El énfasis varia, pero en general, el psicólogo es considerado un recurso para la comunidad  al ofrecer su experiencia en la investigación, la comprensión del liderazgo, la organización la dinámica del grupo y el conocimiento del sistema ( por ejemplo cuando se trata de la obtención de los recursos). La psicología social comunitaria se imparte y se practica en algunas universidades de Venezuela, México, Colombia, Cuba, Costa Rica, Perú y Argentina , abordando una variedad de asuntos sociales que incluyen la promoción de la salud;  el desarrollo económico y los programas contra la pobreza; vivienda; desarrollo del liderazgo en el nivel de la comunidad; desarrollo comunitario; los derechos humanos y el desarrollo del apoyo y de la intervención comunitaria en los campos de la discapacidad, la salud mental y el uso de la droga.
En general se aspira a un enfoque transformativo. Muchas veces existe el riesgo de perder la especificidad psicológica, aun si se ah examinado esta cuestión del campo  disciplinario.


EL TRABAJO SOCIO PSICOLÓGICO  SOBRE LA REALIDAD SOCIAL DE LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS:


Los psicólogos con la perspectiva de la PSL han realizado varios análisis psicológicos y socio políticos de las realidades sociales que enfrentan sus naciones.En el congreso Internacional de Psicología Social de la Liberación celebrado en el 2002, se presentaron estudios sobre el uso del terror por parte de de los paramilitares colombianos y sus efectos en la vida de la familia y la subjetividad. Otros trabajos se han centrado en asuntos como el desarrollo de la niñez bajo condiciones de violencia institucionalizada, el proceso de urbanización. los asuntos rurales, la situación de los derechos humanos y los nuevos movimientos  en latinoamerica. Es claro que no ay un enfoque unificado que pueda llamarse psicología social de la liberación, pero existe una familia de enfoques que caen bajo ese titulo y denotan suficientemente un uso

y desarrollo de tales ideas para adscribirse a esta perspectiva. 

¿Por qué considerar la Psicología de la Liberación?

Es importante reconocer que la PSL se ha desarrollado en un contexto muy diferente al nuestro, al europeo. Las sociedades de América Latina tiene una identidad especifica, caracterizada por una gran extensión de la pobreza y por una exclusión social endémica. En muchos casos esto afecta a la mayoría de la población y es resultado da la dependencia de sus economías .Por eso, en todos los países hay desigualdades severas. Si bien tienen relativamente pequeños sectores formales de servicios de salud y bienestar social, el hecho es que las actividades realizadas por los psicólogos a menudo se centran en las universidades o en el sector privado .Asimismo, los intelectuales e integran a menos a los sistemas del Estado que en Europa, lo cual con frecuencia les ha permitido cierta libertad de desarrollar los enfoques autónomos que no son de interés para el Estado ni para las oligarquías locales. Las tradiciones intelectuales en la psicología y en las ciencias sociales son distintas a las de los países anglosajones, siendo en gran parte mas cercanas a las de la Europa continental pero con sus propios elementos distintivos. A pesar de las diferencias, por varias razones es necesario considerar este corpus latinoamericana de trabajos.

 TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN:

Origen de la Teología de la liberación.

Siendo la TEOLOGÍA la ciencia que estudia "las cosas de Dios" y la palabra LIBERACIÓN significando lo más preciado para el hombre: la libertad, parecería que las dos palabras juntas significarían algo bello, sumamente bueno y deseable, pero veremos cómo la realidad de esta expresión es muy diferente.
La Teología de la Liberación tuvo su origen en Europa. Desde 1917 Walter Rauschembusch, teólogo alemán con fuerte influencia marxista, lanzó las ideas iniciales en su libro "Una Teología para el Evangelio Social". Después otros teólogos principalmente protestantes, alemanes y holandeses, desarrollaron la "Teología de la Esperanza".

Al final de la II Guerra Mundial, la iglesia Católica Holandesa era tan conservadora como cualquiera otra de Europa, pero empezó a hacer experimentos con la "democracia eclesiástica" llegando al concilio Vaticano II con proposiciones reformistas muchas de las cuales fueron inaceptables y rechazadas.

Después del concilio apareció el controvertido "Catecismo Holandés" que ponía como discutibles asuntos el celibato sacerdotal o la infalibilidad del Papa, entre otras cosas. La ola del liberalismo en la década de los sesentas trajo como consecuencia una dolorosa deserción de sacerdotes y religiosos y una dramática reducción de vocaciones de la que apenas parece se están reponiendo algunas Diócesis fuera de Europa.
En el mes de mayo de 1985 S.S. Juan Pablo II visitó por 5 días a Holanda y pocos viajes de su Santidad han provocado tantos problemas, poniendo de manifiesto no solo la intolerancia protestante sino las dificultades internas de una Iglesia Católica profundamente dividida en dos bandos: conservadores y progresistas.

En América Latina

Pero es realmente en América Latina en donde la teología de la liberación adquirió verdadera fuerza, debido principalmente a misioneros holandeses y españoles y de una manera muy especial al sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez y a sus seguidores Clodovis y Leonardo Boff, sacerdotes brasileños. Las principales obras de los hermanos Boff son "Eclesionesis, las comunidades de base reinventan la Iglesia" y "Teología de lo Político". Leonardo fue condenado al silencio en mayo de 1985 por el Vaticano, prohibiéndole toda enseñanza sea oral o escrita.
Otro sacerdote radicalizado fue Hugo Assman, que no solamente abandonó el sacerdocio sino que se hizo protestante y en la república de San Salvador el sacerdote jesuita español Jon Sobrino.

Hija legítima de la teología de la liberación, es la llamada "Iglesia Popular" muy activa en Nicaragua y condenada extensamente por la conferencia episcopal de América Central en el libro titulado "Juan Pablo II en América Central; balance de una visita".

Es indudable que las conclusiones a las que llegaron las conferencias episcopales de Medellín, Colombia, en 1968 y de Puebla, México, en 1979, fueron fuertemente influenciadas por los teólogos de la liberación acerca de la "opción por los pobres y jóvenes", dando así un fuerte impulso a sus seguidores.
Algunos califican a Medellín como la "matriz" de este movimiento (Vicente Mariano en su libro "Continuidad y Evolución del Magisterio en torno al comunismo, socialismo y marxismo).

Algunos esperaban que la conferencia de Puebla fuera más allá de Medellín, pero Juan Pablo II, bien conocedor y víctima del marxismo, se encargó de poner las cosas en su sitio cuando en su discurso en la Basílica de Guadalupe dijo con muy fuerte voz a obispos y sacerdotes que abarrotaban el Santuario: "sois sacerdotes y religiosos, no sois dirigentes sociales, líderes políticos o funcionarios del poder temporal", arrancando una impresionante ovación entusiasta de los asistentes.
La opción de la Iglesia por los pobres fue matizada con la palabra "preferencial", cosa que decepcionó a los teólogos de la liberación ya que la "opción preferencial" ya no es exclusiva ni excluyente. A los radicales, por definición, no les gustan los matices.

El lenguaje ambiguo

Al estudiar la teología de la liberación, hay que tener mucho cuidado con el significado que se quiere dar a las palabras, ya que usando términos cristianos, se expresan conceptos enteramente distintos y hasta contradictorios. Es toda una estrategia que hay que discernir para no verse envuelto cándidamente en ideologías equivocadas.
Ejemplo de esto es precisamente la palabra "liberación" que usan como sinónimo de "salvación" al mismo tiempo que distorsionan el concepto. La salvación del hombre ya no es como la Iglesia nos ha enseñado, el triunfo final del hombre al entrar al cielo, sino la liberación de la clase oprimida al vencer a los opresores, o sea, los ricos.
Al hablar de "Cristo Liberador" ya no están hablando de nada trascendente, sino de Jesús como un caudillo temporal, algo así como un Simón Bolívar con pelo largo. Consecuentemente la palabra tan importante "Redención", pierde su significado espiritual para ser un hecho sociopolítico; un proceso político al que la filosofía marxista proporciona las líneas esenciales. La fe se transforma en "práxis" (práctica), acción "redentora" en el proceso de la liberación.



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